Dejar el pañal es un proceso importante para el niño(a) y merece nuestra paciencia y entendimiento, es un proceso meramente madurativo, que depende del sistema nervioso en estado inconsciente, es algo similar a aprender a hablar ó caminar. Todos estos procesos dependen de la evolución de cada niño(a), del ambiente de estimulación al que ha sido expuesto, es decir, tiene relación con la autonomía, independencia y control de su propia vida, que el niño(a) ha adquirido desde su nacimiento.
Los niños(as) dejan el pañal por la noche desde los 3 a los 5 años, algunos antes.

Uno de los factores primordiales para dejar el pañal tanto en el día o la noche, es que el niño(a) tenga la motivación, el entusiasmo, el interés intrínseco por hacerlo, porque está listo para “controlar” sus necesidades tanto en el día como por la noche. El proceso se da en muchos casos primeramente durante el día, que es cuando el niño(a) tiene mayor conciencia, no obstante, lo logrará adecuadamente en su debido momento, también cuando esté dormido.

 

LO QUE SE DEBE HACER
• Confiar que su hijo(a) lo logrará, tener mucha paciencia y calma.
• Acompañar en el proceso, esto quiere decir, estar atento a los síntomas, evitar presionar, esto solo causará una resistencia en el niño(a).
• Acompañar amorosamente con un ritual saludable y amoroso que de contención y apoyo al niño(a). Por ejemplo: lectura cuento, canción, rezo, meditación, conversación, etc. Muchas ocasiones los niños(as) necesitan recibir mayor seguridad y afecto por las noches.
• Observar si el niño(a) se despierta seco por lo menos de 4 a 5 noches seguidas.
• Permitir que el niño(a) sienta sus propias necesidades. Esto tiene relación con permitirle sienta “otras” necesidades: que tenga frío, calor, sueño, hambre y ayudarle a identificarlas. Por ejemplo, evitar acudir a poner saco, retirar saco u otras necesidades básicas, cuando nosotros “creemos” que es necesario. Esto ayudará a adquirir mayor responsabilidad por su sentir y su autocuidado.
• Evitar que el niño(a) tome liquido en horas muy cercanas al momento de dormir. Se le podría ofrecer liquido en la cena, como último momento. Ojo si el niño(a) pide no se le puede restringir.

 

LO QUE NO DEBE HACER
• Tener expectativas demasiado altas, esto frustra mucho a los padres. Permita a su hijo(a) ir a su ritmo.
• Comparar a su hijo(a) con sus hermanos o amiguitos.
• Condicionar, castigar o avergonzar al niño(a) cuando tenga accidentes.
• Restringirle las bebidas necesarias para su hijo(a), cuando las pide.
• Forzar a su hijo(a) o ejercer presión psicológica, ser muy cauto con las palabras que se usen.
• Convertir el entrenamiento en un tema moral. No existe niño(a) bueno o malo al momento de ir al baño.
• Discutir el progreso del niño(a) frente a otras personas.
• Tomarse de manera personal si el niño(a) se demora en su proceso, es un logro del niño(a), NO de los padres. No tiene relación con la inteligencia, ni con la buena parentalidad.

 

A TOMAR EN CUENTA
• El pañal de la noche depende exclusivamente de la madurez del sistema nervioso en estado inconsciente.
• Los niños(as) pueden hacerse pipi por la noche de manera inconsciente hasta los 6 años de edad.
• Durante el proceso de controlar esfínteres, el cerebro empieza a poder retener el pipi en estado inconsciente.
• Es importante que le preguntemos y conversemos con el niño(a) sobre su deseo y voluntad de dejar el pañal, para que sea partícipe de su proceso.
• Cuando los niños(as) tiene alguna situación estresante o cambios en su vida, es normal que tengan accidentes de baño por la noche.
• El apego emocional nocturno es un factor importantísimo para este proceso. El acompañamiento amoroso y respetuoso hace la diferencia en que se un momento sin carga condicionada.
• Si uno de los padres está muy afectado o molesto en este proceso, es recomendable que el otro padre se haga cargo.
• Controlar esfínteres implica altos y bajos, no es algo lineal, es normal que haya accidentes en el camino.

• DISFRUTE el proceso, es algo que no tendrá marcha atrás, para su hijo(a) es crucial en su vida, le aportará mucha seguridad y autoconfianza si lo transita con cariño y con un enfoque de resolución de conflictos.

Fuentes:
Einsenberg Arlene. What to Expect The Toddler Years. Workman Publishing

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